Estoy pero no estoy

Esta es una reverenda pelotudez. Bueno, proveniendo de mí, eso no tiene nada de extraño. Existe cierto programilla utilizado para chatear, el MSN o Messenger, que... en fín, si no lo conocen, evidentemente pasaron un largo tiempo adentro de un frasco de mermelada. Lo que no entiendo es esto: Los que se conectan, pero ponen su estado en "No disponible", o "Ausente", o "Salí a comer", ¿para qué carajo se conectan? O sea, para mí los únicos estados lógicos que deberían existir son "Conectado" y "Desconectado". De hecho, hay veces que le escribo a alguien que está en alguno de esos estados intermedios, y me contesta, y hay veces que le escribo a algún "Conectado", y no me contesta. Ustedes dirán: "Y bueno, pero esto no implica que el mensaje no le llegue, después lo verá". Si, si, ya sé, pero entonces más vale mandar un mail, o un mensaje, o llamar... Qué sé yo.
Una reverenda pelotudez, como dije. Pero el que avisa, no traiciona.

Perdono, pero no olvido

Así como lo leyeron. No tengo ningún problema en perdonar (que no es lo mismo que simplemente disculpar). No guardo rencor. Cuando alguien me ofende, sé otorgarle el perdón. Eso sí, jamás olvidaré lo que hizo. Jamás se lo recriminaré tampoco, pero la ofensa queda guardada y archivada. Ustedes dirán: ¿Pero este salame no dijo que no era rencoroso? Bueno, en primer lugar, lo de "salame" se lo meten en el bolsillo. En segundo lugar, es cierto lo que dije. Alguien rencoroso no perdonaría, sino que se la pasaría dándole vueltas al asunto, le contaría a todo el mundo lo que pasó, de vez en cuando le recriminaría al que lo jodió, etc. Más en cambio quien escribe, perdona, no difunde y no vuelve a mencionar el asunto. Eso sí, no pretende que jamás haya ocurrido.
Si el post no fue de su agrado, voy a pedirles que perdonen. Sin embargo, obviamente, no voy a pedirles que olviden.

Poco

Si hay una pregunta que a todos nos hicieron por lo menos diez veces en la vida, es "¿Cuál es tu sueño?". Las respuestas son variadas, obviamente. Sin embargo, hay un grupo de personas relativamente numeroso cuyo sueño es "formar una familia, tener una casita y un buen trabajo". Lejos de parecerme tierno, me parece simplón y poco ambicioso, por no decir mediocre. Bueno, lo digo: es mediocre. No soy de hielo, por supuesto que me parece bárbaro que alguien quiera cumplir esto, pero creo también que eso no puede considerarse un sueño, una ilusión o un fuerte deseo. Vamos, cualquier papanatas forma una familia, con un poco de suerte tendrá una casita y con otro poco de suerte y más aún esfuerzo y voluntad, tendrá un buen trabajo. Hablo de gente que está en situación favorable, que tiene oportunidad, no de por ejemplo, pobre gente que no tiene ni para comer. Ojo.
Así que insisto, ser estrella de rock, construir el edificio más alto o conocer la luna, me parecen sueños con bastante más alcance que lograr algo tan básico. Fuertes palabras, ¿verdad? Sepan discupar.

Un muerto en el ropero

Muchas veces la gente dice: "En mi vida hice muchas cosas malas de las cuales me arrepiento". La verdad que hay quienes lo tendrían totalmente justificado (corruptos, asesinos, violadores, etc), pero viniendo de personas "comunes", yo no lo entiendo. Obviamente, reconozco que he cometido equivocaciones (habrán sido dos o tres), pero no me imagino qué cosas tan serias pudieron haber hecho los que bajan la cabeza y practicamente se funden en la melancolía cuando lo dicen. Mi opinión es que a la gente le gusta hacerse la polémica, exagerando o incluso inventando un pasado oscuro. Esto del muerto en el ropero es bastante inexacto, y en ocasiones, incomprobable, así que más vale no guiarse demasiado por esto.
Voy a limpiar mi ropero. Talueguito.

Violencia vs. Violencia

En el mundo reina la violencia. Levanten la mano los que no estén de acuerdo... No veo manos levantadas así que prosigo. Es preocupante la situación, pero no es precisamente eso de lo que quiero hablar. El asunto es este: siento un profundo rechazo por la violencia real, pero una incontenible afinidad hacia la violencia virtual. Las películas y videojuegos en los que la angustia, el dolor y el sufimiento son protagonistas, me resultan exquisitos. Francamente no le veo lado malo al morbo, siempre que sea ficticio. Es parte de la naturaleza humana, tampoco nos hagamos los santos. Cuerpos masacrados, pasillos con charcos de sangre... se me hace agua la boca! Por favor, no me malentiendan. Es una adicción, pero sana. Horrenda, lo sé. Pero sana.

Locura racional

Hay quienes me acusan de ser un ultra-racionalista sin remedio (el sujeto más representativo de ese grupejo es Ale de Semeapagoelpiloto); y no los culpo. Sin embargo, hay algo que supera con creces mi don y maldición: trato a los objetos como si fuesen entes animados pensantes. Por ejemplo, cuando me golpeo con una mesa, una puerta, un escalón, etc, los amenazo, los recontra puteo y/o les devuelvo el golpe. Lo mismo cuando pierdo en un juego de la compu, o cuando el palo del arco evita mi gol. Del mismo modo, les agradezco cuando me "hacen un favor", como funcionar bien, hacer las cosas rápido o lograr cualquier circunstancia que sea favorable para mí. La más común es besar la calculadora cuando el resultado hace que me cierre correctamente el ejercicio en un parcial.
Bonus: me acabo de golpear el brazo con el filo del escritorio... Y lo dejé curvo a martillazos.

Basta de mentiras

Hay ciertas sagas que no soporto. Son las más populares, las más vistas y las más aclamadas. Sin embargo, soy capaz de tragarme un par de mocasines de gamuza talla 42, antes que estas malditas superproducciones absorbentes de fanáticos insaciables. Star Wars, Matrix, Harry Potter, el Señor de los anillos: tírense a un pozo!!! Me senté a ver la primera película de cada saga y terminé dormido antes de la media hora. Literalmente. Imagínense si me inyectara café en las arterias y me pusiera a ver toda la ronda entera. Me volvería autista. En fín, no comprendo qué les ven, pero si son felices, allá ustedes, queridos amiguitos.
Luces, cámaras, chau.