lunes, 9 de mayo de 2011

El ojo de la estupidez


Hace unos pocos días me enteré de quién carajo es ese tal Cristian U. Lo escuchaba mencionar cada tanto, pero nunca supe a qué venía la conversación sobre ese payaso. La cosa es que resultó ganador de ese patético programa televisivo llamado Gran Cagada, o Gran Hermano, o algo así. Ni hablar del hecho que ese patán se llevó una fortuna por estar ahí en vez de laburar.Ya sé que hubo otros antes, y mi opinión sobre los mismos es invariable. Se trata de una verdadera porquería, que tanta gente compra como si fuera un excelente entretenimiento de maravillosa calidad. Realmente ya no me extraña, y es que estoy acostumbrado a ver que demasiados carentes de masa encefálica se sienten poderosamente atraídos por estas producciones que representan todo lo contrario al buen gusto. A ver... nadie que se considere inteligente puede mirar esto; le pese a quien le pese. Pero insisto, ya no me sorprende. Y es que éste, como tantos otros ejemplos, es la viva demostración de que para mantener conversaciones, la frivolidad es fundamental: tal le dijo tal cosa a tal, tal se peleó con tal, tal garchó con tal, y tal resultado es fatal. Sólo puede gustarle a un tarado mental.
Me encantó el juego de palabras que me salió. Corto el post acá para no cagarla.

2 comentarios:

cabeza de pija dijo...

Yo un dia vi una eliminacion sin tener idea de nada y me entere un poco de como venia la movida, la vi por morbo porque me genera bastante repugnancia el concepto de reality show y mas aun el de personas que los siguen y se hacen fanaticos.
Para mi, un personaje que es fanatico de un reality show o de un integrante de los mismos es un terrible pelotudo que no tiene mucha razon para vivir.
Creo que mucha gente se deja vaciar la cabeza por los contenidos de la television que esta bien que sea para entretenerse pero si analizas los Bailando o los Gran Hermano no te dejan absolutamente nada.
Prefiero cagarme de risa con Seinfeld.

Ale dijo...

Jamás vi ese programa, pero lo que más me llamó la atención fue la mojada de oreja intelectual que siginficó que el ganador se llevara 400 lucas por rascarse la garcha durante 4 meses JUSTO EL DÍA DEL TRABAJADOR (el programa terminó el 1° de Mayo).

Hay que ser hijo de puta, eh.