domingo, 31 de enero de 2010

Me derrito, me congelo

Es la maldición de maldiciones veraniegas, miedo de chicos, enfermedad de grandes. Problema de todos. Señoras y señores, con ustedes........ ¡el salto térmico! (Aplausos). Bueno, basta de payasadas.
El caso más común que se me ocurre es el del supermercado. Afuera hace un calor agobiante y adentro un fresquete innecesario. El abrupto cambio de temperatura (calor-frío al entrar y frío-calor al salir) puede generar perjuicios a la salud, dando por hecho la falta de confort, mejor cambio la palabra, bienestar de las personas. La cuestión es que los borregos estos están gastando más energía de la necesaria con los aires acondicionados, y generando tosecillas y estornuditos a los borregos que entran a comprar.
En fín, por razones vacacionales, nos estaremos viendo, o leyendo más bien, en unos diez días. Hasta entonces.
¡Cof, cof. Achís!

jueves, 28 de enero de 2010

Delicias puras


Reconozco que soy un goloso de primera línea. Todo lo que sea dulces y postres es de mi entero agrado. Me refiero a chocolates, alfajores, helados, tortas, budines; las delicias que tientan a tanta gente.
Sin embargo, hay un problema: no soporto que lleven adiciones indeseables. La cosa es muy sencilla: Chocolate, dulce de leche, crema y merengue, sí. Cualquier porquería invasora, no. Ni frutilla, ni durazno, ni cereza, ni manzana, ni trocitos de frutas abrillantadas, ni mermeladas, ni licores, ni nueces, ni avellanas, ni almendras, ni un carajo. Agregar esas malditas porquerías convierten lo que hubiera sido una exquisitez, en algo incomestible.
Así que si alguna vez pretenden mandarme algún suculento paquete de gordura, háganlo como indiqué.
Se me hizo agua la boca.

lunes, 25 de enero de 2010

Si de boludos se trata...

Llamado a la frivolidad. Todos tenemos algún fetiche, algun vicio, alguna boludez bien podría decirse, que nos identifica. Algo comooooo, esteeeee... qué sé yo: ver la televisión de cabeza, rascarnos la espalda contra una pared rugosa, saltar en una cama con colchón mullido, acariciar juguetes peludos, poner música fuerte y bailar desnudos cuando estamos solos en casa...
¿Cuál es tu boludez?

viernes, 22 de enero de 2010

Sos vos, soy yo, somos todos


Así como la palabra "boludo" perdió totalmente su significado original, la palabra "gato", la acompaña en su desgracia. Por ejemplo, decir que alguien es un zorro implica que es astuto, inteligente; un león, que es fuerte, vigoroso; un perro, que es malo en determinado deporte, pero las acepciones que se le dan a "gato" son: insulto, condición de galanura, sinónimo coloquial de "boludo", y otras... No sé cual era la primordial, lo cierto es que ahora sólo es parte de un gran conjunto. Entonces, ¿qué tengo que entender por: "¿Qué onda, gato?"?

domingo, 17 de enero de 2010

Indicios

Los indicios, también conocidos como "máximas", son signos inequívocos de ciertas características que las personas poseen, basándose para reconocerlas en acciones que realizan, u otras carterísticas que los mandan al frente, y que, curiosamente, no guardan relación racionalmente explicable entre sí.
Yo voy a poner el ejemplo más representativo que conozco: Ninguna mujer que fume es una nena de papá. Es así de simple. Hay que cuidarse de ellas indefectiblemente, porque no les cabe ninguna. Sin embargo, no vale el recíproco. Hay mujeres que no fuman y sin embargo no son una seda precisamente.
Espero que ésta observación les sea útil, compañeros. Si la mina no fuma, no se fíen. Si fuma, mucho menos.
¿Qué otros casos pueden aportar?

viernes, 8 de enero de 2010

asrevni aígolocisp

Léase al revés "psicología inversa". Este tema me parece interesante. En algunos casos es muy útil, pues sirve para generar situaciones favorables para uno mismo, cuando en principio, podría no serlo en absoluto. Fíjense:
-Si uno se mandó una tremenda cagada, en vez de defenderse con garras y dientes, se pone en posición de "mosquita muerta", asumiendo enteramente la culpa, y quizás no sufra un terrible regaño, e incluso puede que se la dejen pasar como colador agujereado. Aunque puede fallar.
-Si uno quiere que otro haga algo a lo que se niega rotundamente, por ejemplo, ir a comprar algo lejos, en vez de insistirle, se hace el ofendido y dice: "Está bien, dejá que voy yo". El otro, mortificado, se arrepentirá y hará la compra que le pedimos. Aunque puede fallar.
-Ejemplo simpsonesco: Si uno pretende que alguien deje cierto hábito ridículo, digamos, el de dormir en una cuna en vez de hacerlo en una cama, como todo nene grandecito, puede optar por: "Vámonos Marge, deja al bebé con su pequeña cuna" (juajua, y el zarpado de Homero vuelve corriendo a arrancar a Bart de la cuna, y se negaba a soltarla. Buenísimo)
Como ven, siempre puede fallar.

martes, 5 de enero de 2010

Mc ntira


Mi primer post del año va a ser una completa estupidez, para no abandonar la costumbre.
Debo reconocer que hace años que no entro a un Mc Donald´s, pero no creo que las cosas hayan cambiado, por lo menos, considerablemente. La comida chatarra es de mi completo agrado, pero la enorme fama, difusión y éxito de ésta cadena, me resulta, no digo que inexplicable, pero sí exagerada. Las hamburguesas, para empezar, tienen un espesor de medio milímetro, y un diámetro menor que el de las hamburguesas "de caja" que compramos en el supermercado. Es más, la lechuga, el queso, y todas las adiciones que hacen al paty más completo, están todas formando una montaña enquilombada que termina montada sobre la mano del que muerde. Es lo esperable por tratarse de comida rápida y de consumo masivo, pero qué sé yo. Las papas fritas son buenas, pero nada del otro mundo. Los helados... bueno, acá sí que gozan de mejor opinión mía. Y después están todos los sandwiches de: pollo, pavo, cerdo, venado, gusano, cocodrilo, empleados inútiles y demás. Algunos ricos, otros no tanto, pero siempre pequeños; y a un precio no del todo convincente.
Para que no haya especulaciones, les juro que no formo parte de la competencia.
Que tengan un buen Mc verano.