sábado, 18 de julio de 2009
¿Por qué?
Lo mencioné en un post anterior, pero lo desarrollo en este: Detesto sobremanera que cuando digo que no puedo asistir, me pregunten por qué. Simplemente creo que no hay motivo para que me justifique. Si digo que no voy, no voy y punto. ¿Comprenden la idea? A mí me da la sensación de que la gente cree que para faltar a tal evento, tiene que haber una razón fuerte, y más aún, que debe conocerla. Antes de que se armen una película de ciencia ficción en sus mentes, les digo que cuando esto me sucede, no le doy un rodillazo en la clavícula, ni lo insulto, ni siquiera le contesto de mala gana al que me lo pregunta, salvo que se lo merezca. Todo sucede acá adentro, no soy tan terrible. En fín, es otro item a agregar a la lista de cosas que odio, que aunque no sea interminable, es interminable (sí, ya sé que me contradije, cuidadito con remarcármelo, eh). Bueno, tengo que irme. Ni se les ocurra preguntarme por qué.
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10 comentarios:
Respondé (si queres, es solo una amable sugerencia):
Falto por que se me canta la pija, Loco.
Aguante la resistencia Mother fucked!!!
Es un poco fuerte, pero lo voy a tener en cuenta para alguna situación de enojo extremo.
Yo siempre digo "tengo un montón de cosas para hacer y ando sin tiempo".
Siempre funciona. Pero tenés que poner cara de sufrimiento, como que querés quedarte, pero estás obligado a irte
Estuve en un curso de teatro por 2 años y te aseguro que nunca me salió eso de hacerme el pobrecito.
odio, mas que me pregunten porque, sentirme mal por faltar al evento en cuestion y armarme de un batallon de excusas formidables para calmar mi conciencia
odio, mas que me pregunten porque, sentirme mal por faltar al evento en cuestion y armarme de un batallon de excusas formidables para calmar mi conciencia
¿Conciencia? Ah cierto, esa vocecita molesta que trata de convencerte de hacer lo "correcto".
Pero Flavio, es cuestión de obsrvar a la gente y a uno mismo para saber cómo son las caras.
Practicá en un espejo.
Tenés razón: Claramente, si practico frente al espejo, la cara de sufrimiento me va a salir espontaneamente. Gracias por el consejo.
Estoy en un todo de acuerdo, salvo que faltes al fútbol. Ahí aplica la pena capital: el destierro.
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