
Si bien es común que recordemos algo gracioso que sucedió y empecemos a reírnos solos, yo creo que soy uno de los mayores exponentes de esta sana costumbre. Vaya placer que me da pensar en culaquier pelotudez y entrarme a reir como un loco! Todas las situaciones risibles que quedaron archivadas en mi memoria, salen eyectadas en momentos aleatorios y me arrancan una gozosa carcajada.
Momentos gloriosos de los Simpsons, un porrazo que se dio algún transeúnte, situaciones embarazosas, frases totalmente oportunas, en fín, motivos para risa cien por ciento efectivos, gratis.
Jajajajajaja! Me acordé de una pelotudez.
11 comentarios:
A mí me pasó una vez que estaba dando un oral de Economía en la escuela. Encima era para aprobar la materia. Oh, dios...
Y sí, es lo más, la gente te mira raro pero no importa.
HDAkj,saghf
Por que tapar ese momento de felicidad... me parece perfecto cagarnos de risa en cualquier ambito!
Obviamente, los peores momentos para tentarse son en clase, en la iglesia, en un discurso, etc.
Te miran todos y quedás re mal, pero como quien dice, ¿Quién te quita lo reído?
Eso es lo de menos. Lo peor es no poder dar la clase porque te partís de la risa y te dsaprueban.
Yo cuando rio doi miedo.
Yo soy la primera a la que se le escapa la carcajada! Lo peor es que una vez que empecé, no paro, puedo estar inclusive días acordandome de una misma cosa
Yo soy la primera a la que se le escapa la carcajada! Lo peor es que una vez que empecé, no paro, puedo estar inclusive días acordandome de una misma cosa
A mi me pasa eso. A veces el recuerdo sale a flote durante días, y me sale la risita en cualquier momento y lugar.
Los que se quejan de que uno se ría de lo mismo una y otra vez, son detestables.
Peor es cuando tenés a un paranoico cerca, que no entiende q te estas riendo de algo q paso hace dias, NO DE ÉL.
Doy fe: Flavio puede estar clavándose un ceremonioso plato de ñoquis en silencio y, de repente, arrancar con una carcajada desubicada como chupete en el hoyo. Lo malo no es eso (todo lo contrario) sino que, cuando explica qué le causó tanta gracia, suele ser una pelotudez flagrante.
Y bue, hay que quererlo aunque sea especial...
Bueno... sí y no, vos me entendés.
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