martes, 11 de mayo de 2010

Ej.

Yo soy de los que piensa que hay que predicar con el ejemplo. Veamos:
“Para hacer feliz a una mina tenés que bla bla bla…”
Escuchame una cosa: Te divorciaste cuatro veces, y todas te dejaron a vos. Te dieron una patada en el culo apenas las cansaste. Si algún día quiero convertirme en un fracasado, acudo a vos sin dudarlo. Quedate tranquilo.
“Hijo, cuidado si llego a enterarme de que fumás. Yo fumo porque soy un viejo pelotudo. No quiero que cometas mis errores. Si te veo fumando, te cago a palos.”
Pero hombre, que manera tan didáctica de explicarle a su hijo que el cigarrillo es un vicio estúpido. Con razón usted no puede o no quiere dejarlo.
“Qué yegua esa mina, ¿cómo pudo cagarlo así al novio?”
Disculpame una cosa. El pibe con el que estabas apretando el sábado en el boliche no era el novio que todos te conocemos.
“Hacé algunos ejercicios y repasá los desarrollos de las ecuaciones, que la aprobás seguro.”
Por supuesto que lo haré. Pero permitime reconocerte que tu método de tener los apuntes abajo del banco y pegarles ojeadas durante el examen es bastante ingenioso.
No lo olviden: Las palabras, indican. Los hechos, definen.

5 comentarios:

Diego dijo...

Todo el mundo es igual lamentablemente.
Como dice el viejo refran... "del dicho al hecho, hay mucho trecho"

Anónimo dijo...

tal cual viejo, y lo peor de todo, es que admito ser un hipocrita, y no me justifico, los soy con todas las letras...
Aguantame un minuto voy al balcon:


aaaaaaaaaaaaaaaaaaaahh paff!

Flavio dijo...

Uno menos.

Paula Cejas dijo...

Sos el primer blogger que conozco que provoca un suicidio.



Un aplauso!!!
(?)

Flavio dijo...

Es la primera vez que gozo de un aplauso.